La tecnología financiera y su aplicación en el comercio exterior
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| Publicado por Nowports

En los últimos años, el desarrollo de la tecnología financiera o Fintech ha transformado profundamente el comercio exterior. Las plataformas Fintech están revolucionando la forma en que las empresas, sin importar su tamaño, gestionan pagos, financiamientos, seguros y transferencias internacionales. Este avance, impulsado por la combinación de tecnología y servicios financieros, ha facilitado el acceso a los mercados globales para las empresas, reduciendo los costos, tiempos de transacción y simplificando la operativa comercial a nivel internacional.
Este blog explora en detalle cómo la tecnología financiera está impactando el comercio exterior, sus aplicaciones más relevantes, los beneficios para los exportadores y las barreras que aún enfrentan las Fintech en este ámbito.
El término Fintech es una abreviatura de las palabras en inglés "Finance" y "Technology", y se refiere a la integración de soluciones tecnológicas en la industria financiera. Las plataformas Fintech están diseñadas para ofrecer servicios financieros de manera rápida, segura y eficiente, tanto para empresas como para individuos. Desde la realización de pagos hasta la obtención de financiamiento, las Fintech proporcionan soluciones que permiten a las empresas internacionalizar sus operaciones sin la necesidad de intermediarios tradicionales como los bancos.
Un ejemplo claro de la influencia de Fintech es el acceso a servicios financieros a través de aplicaciones móviles. Hoy en día, empresas pueden recibir pagos internacionales, gestionar cuentas y realizar transacciones sin necesidad de visitar un banco físico, lo que ha reducido considerablemente los costos y tiempos asociados a las transacciones transfronterizas.
Las Fintech han tenido un impacto sustancial en el comercio exterior, facilitando a las empresas la entrada a nuevos mercados y permitiendo una mayor inclusión financiera para pequeñas y medianas empresas (pymes). Según un informe del BID, América Latina y el Caribe cuentan con más de 2482 plataformas Fintech activas, y muchas de ellas están enfocadas en facilitar el comercio internacional.
Uno de los principales desafíos que enfrentan las empresas que desean exportar es la complejidad de los procesos financieros tradicionales, especialmente en mercados extranjeros. Los largos plazos de pago, las diferencias en las normativas locales y las altas tarifas bancarias pueden dificultar la competitividad de las empresas, particularmente para las pymes.
Las Fintech eliminan muchos de estos obstáculos al ofrecer soluciones más ágiles y económicas. Por ejemplo, plataformas como Wise y Payoneer permiten a las empresas gestionar sus pagos internacionales de manera más rápida y con tarifas más competitivas que los bancos tradicionales.
A medida que el comercio digital transfronterizo crece, impulsado por el auge del comercio electrónico, las Fintech han surgido como un actor clave para facilitar estas transacciones. El 67 % de los compradores en línea ha realizado compras transfronterizas, lo que subraya la importancia de tener soluciones de pago eficientes y seguras para manejar estos intercambios.
Las Fintech han desarrollado aplicaciones especializadas para cubrir varias áreas críticas del comercio internacional. Estas aplicaciones ayudan a resolver problemas como la falta de financiamiento, la gestión de riesgos y la automatización de procesos financieros. Algunas de las aplicaciones más importantes incluyen:
Plataformas como Wise, Payoneer y Paypal facilitan pagos y transferencias internacionales con menores costos y tiempos de procesamiento. Estas soluciones ofrecen tipos de cambio atractivos y, en muchos casos, permiten a las empresas gestionar sus pagos en varias monedas de forma simultánea. Currencyfair, por ejemplo, permite realizar pagos transfronterizos en más de 150 países y en 22 monedas diferentes, lo que facilita la operativa de las empresas con proveedores internacionales.
Uno de los mayores retos para las empresas que buscan internacionalizarse es el acceso al financiamiento. Hoy, más que nunca, contar con liquidez ágil puede marcar la diferencia entre cerrar o perder una venta clave.
Las plataformas Fintech especializadas en financiamiento comercial ofrecen soluciones innovadoras, como el uso de tecnología blockchain y contratos inteligentes para asegurar las transacciones. Un ejemplo es We.trade, que permite a las empresas gestionar de forma segura sus operaciones financieras internacionales. Además, las plataformas Fintech están utilizando modelos de riesgo basados en datos alternativos, lo que permite a las pymes acceder a financiamiento que antes les era inaccesible.
El blockchain está revolucionando la forma en que se realizan los contratos internacionales. A través de los contratos inteligentes, las partes involucradas en una transacción pueden automatizar acuerdos y garantizar que se cumplan las condiciones establecidas. Esto no solo reduce el riesgo de incumplimiento, sino que también permite realizar transacciones sin necesidad de intermediarios, lo que disminuye significativamente los costos.
Las plataformas Fintech también están innovando en el ámbito de los seguros comerciales y la gestión de riesgos. Empresas como OFX ofrecen soluciones para mitigar riesgos cambiarios, permitiendo a las empresas bloquear tipos de cambio favorables y protegerse contra la volatilidad del mercado. Estas herramientas son esenciales para las empresas que operan en múltiples mercados y deben gestionar riesgos financieros asociados a las fluctuaciones de divisas.
El uso de Fintech en el comercio exterior ofrece una serie de beneficios tangibles para los exportadores, entre ellos:
A pesar de los beneficios que aportan las Fintech, existen varios desafíos que deben superarse para que estas soluciones puedan expandirse plenamente en el comercio exterior.
Una de las principales barreras para las Fintech en el comercio internacional son las regulaciones financieras. Cada país tiene su propio conjunto de normativas que afectan el flujo de dinero a nivel internacional, y las Fintech deben asegurarse de cumplir con ellas. Este proceso puede ser costoso y complejo, especialmente para plataformas que operan en múltiples jurisdicciones. Además, la falta de una regulación uniforme a nivel global dificulta la expansión de las soluciones Fintech en ciertos mercados.
Otro desafío importante es la ciberseguridad. Las Fintech manejan grandes volúmenes de datos financieros sensibles, lo que las convierte en un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes. Para ganarse la confianza de sus usuarios, las Fintech deben implementar medidas de seguridad robustas y continuamente mejorar sus sistemas para protegerse de posibles ataques.
Aunque las Fintech ofrecen soluciones eficientes, la adopción tecnológica puede ser un obstáculo, especialmente para las pymes. Muchas empresas pequeñas aún dependen de métodos tradicionales para gestionar sus finanzas, lo que les dificulta aprovechar las innovaciones tecnológicas que ofrecen las Fintech.
El futuro de las Fintech en el comercio exterior es prometedor. Con el tiempo, es probable que estas plataformas continúen creciendo y evolucionando, ofreciendo soluciones más avanzadas que faciliten aún más las operaciones internacionales. Se espera que tecnologías como la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático y el blockchain jueguen un papel cada vez más importante en el desarrollo de nuevos servicios financieros.
Las Fintech también están contribuyendo a hacer que el comercio internacional sea más inclusivo. Gracias a la digitalización de los servicios financieros, las pequeñas empresas tienen ahora acceso a mercados globales que antes estaban fuera de su alcance. Esto está impulsando una mayor competitividad y permitiendo que empresas de todos los tamaños participen activamente en el comercio internacional.
En conclusión, la tecnología financiera está transformando el comercio exterior al ofrecer soluciones innovadoras que simplifican y mejoran la gestión financiera de las empresas a nivel global.
Aunque existen desafíos que deben superarse, como las regulaciones y la ciberseguridad, los beneficios de las Fintech son claros: mayor acceso a financiamiento, reducción de costos y una mayor seguridad en las transacciones internacionales.
Para las empresas que buscan expandirse globalmente, las Fintech representan una herramienta clave para tener éxito en los mercados internacionales. Innovaciones emergentes en Fintech aplicadas al comercio exterior
El crecimiento exponencial de las Fintech ha traído consigo un auge de nuevas tecnologías que están marcando el futuro del comercio exterior. Entre las innovaciones emergentes que están tomando protagonismo, podemos destacar:
El uso de la Inteligencia Artificial (IA) y el machine learning en el ámbito Fintech ha mejorado considerablemente la eficiencia y precisión de los procesos financieros. Estas tecnologías permiten analizar grandes volúmenes de datos y predecir patrones de comportamiento, lo que ayuda a las empresas a tomar decisiones más informadas en relación a sus finanzas internacionales.
Por ejemplo, los sistemas de IA pueden analizar datos de mercado para predecir fluctuaciones en los tipos de cambio o incluso evaluar el riesgo crediticio de clientes internacionales con mayor precisión que los métodos tradicionales. Estas capacidades permiten a las empresas minimizar los riesgos asociados con el comercio exterior, optimizar sus márgenes de ganancia y mejorar la planificación financiera a largo plazo.
Además, la IA también se está utilizando para automatizar procesos como la facturación, la conciliación de cuentas y la detección de fraudes. Esto reduce la carga operativa y administrativa para las empresas, permitiendo que se concentren en actividades más estratégicas.
Otra tendencia importante en el comercio exterior impulsada por las Fintech es el surgimiento de soluciones de financiamiento alternativo. Tradicionalmente, las empresas que operan en el ámbito internacional han dependido de bancos y otras instituciones financieras para acceder a crédito y financiamiento. Sin embargo, las plataformas Fintech están ofreciendo opciones más flexibles y accesibles.
Por ejemplo, el crowdfunding y el crowdlending se están utilizando para financiar operaciones de exportación e importación. Estas plataformas permiten a las empresas obtener financiamiento directamente de inversores individuales, lo que elimina la necesidad de intermediarios y reduce las barreras para acceder al crédito. Además, los procesos son más ágiles y las tasas de interés suelen ser más competitivas.
Otra forma innovadora de financiamiento que está ganando terreno es el factoring digital. A través de este mecanismo, las empresas pueden vender sus facturas por cobrar a una plataforma Fintech, obteniendo liquidez inmediata en lugar de esperar a que los clientes internacionales paguen. Esto es especialmente útil para las pymes, que a menudo enfrentan largos plazos de pago en el comercio internacional.
En el ámbito del comercio exterior, los seguros juegan un papel crucial para proteger a las empresas de riesgos como daños a la mercancía, retrasos o impagos. Las Insurtech, o tecnologías aplicadas al sector de seguros, han surgido para hacer estos productos más accesibles y eficientes.
A través de plataformas Fintech, las empresas pueden contratar seguros internacionales de forma digital, ajustados a sus necesidades específicas. Esto incluye seguros de transporte, seguros de crédito a la exportación y seguros de cambio, entre otros. Estas plataformas utilizan tecnologías como la IA y el big data para personalizar las pólizas y ofrecer precios más competitivos, permitiendo a las empresas acceder a coberturas que antes solo estaban al alcance de grandes corporaciones.
Además, algunas Insurtech están implementando blockchain para mejorar la transparencia y eficiencia en la gestión de reclamaciones, lo que permite a las empresas resolver siniestros de manera más rápida y confiable.
Las cartas de crédito y las garantías bancarias han sido históricamente herramientas esenciales para las transacciones internacionales, proporcionando seguridad tanto a compradores como a vendedores. Sin embargo, estos instrumentos financieros han sido tradicionalmente lentos y costosos de gestionar.
Las Fintech están abordando estos problemas a través de la digitalización de cartas de crédito y garantías bancarias, permitiendo que estos documentos se procesen de manera más rápida y eficiente. A través de plataformas digitales, las empresas pueden solicitar y gestionar cartas de crédito en línea, reduciendo significativamente los tiempos de espera y los costos asociados con la intermediación bancaria.
Además, la integración de blockchain en estos procesos permite garantizar la integridad de los documentos y su trazabilidad, lo que reduce el riesgo de fraude y mejora la confianza entre las partes involucradas en la transacción.
El manejo de divisas es una de las áreas más desafiantes del comercio exterior, dado que las fluctuaciones en los tipos de cambio pueden tener un impacto significativo en los márgenes de ganancia de las empresas. Las Fintech han desarrollado soluciones innovadoras para ayudar a las empresas a gestionar el riesgo cambiario de manera más eficiente.
Plataformas como OFX y Revolut Business permiten a las empresas gestionar sus pagos internacionales en múltiples monedas de manera simultánea y bloquear tipos de cambio favorables para protegerse contra la volatilidad del mercado. Estas soluciones también proporcionan herramientas analíticas que permiten a las empresas prever movimientos en los tipos de cambio y ajustar sus estrategias de cobertura cambiaria en consecuencia.
Además, algunas plataformas Fintech están explorando el uso de criptomonedas para realizar pagos internacionales. Aunque esta tecnología aún enfrenta ciertos desafíos regulatorios, las criptomonedas ofrecen la posibilidad de realizar transacciones transfronterizas más rápidas y económicas, sin las comisiones y restricciones impuestas por los sistemas bancarios tradicionales.
Aunque inicialmente las Fintech se presentaron como competidores de las instituciones financieras tradicionales, en los últimos años ha habido un cambio hacia una colaboración más estrecha entre ambos sectores. Los bancos están comenzando a asociarse con Fintech para mejorar sus servicios y ofrecer soluciones más eficientes a sus clientes.
Esta colaboración beneficia tanto a las Fintech como a los bancos. Para los bancos, trabajar con Fintech les permite integrar tecnologías avanzadas en sus servicios sin necesidad de desarrollar estas soluciones desde cero. Por su parte, las Fintech se benefician del acceso a la infraestructura bancaria, como redes de pagos internacionales y licencias regulatorias, que de otro modo serían costosas y difíciles de obtener.
Un ejemplo de esta colaboración es la alianza entre Santander y Kabbage, una plataforma Fintech que ofrece financiamiento a pymes. A través de esta asociación, Santander puede ofrecer productos de financiamiento innovadores a sus clientes empresariales, mientras que Kabbage se beneficia de la solidez financiera y el alcance global del banco.
En resumen, las Fintech están transformando el comercio exterior al ofrecer soluciones más ágiles, seguras y accesibles para empresas de todos los tamaños. Desde la simplificación de pagos internacionales hasta el acceso a financiamiento alternativo, las Fintech están eliminando muchas de las barreras que tradicionalmente han dificultado la participación de las pymes en los mercados globales.
A medida que estas tecnologías sigan evolucionando, es probable que veamos un aumento en la digitalización de los procesos financieros internacionales, impulsando una mayor eficiencia y reduciendo los costos para las empresas. Sin embargo, para que el potencial de las Fintech se materialice plenamente, será esencial superar desafíos como la regulación y la ciberseguridad.
Para las empresas que buscan expandirse en el ámbito internacional, las Fintech representan una herramienta invaluable que puede ayudarlas a navegar en el complejo mundo del comercio exterior con mayor facilidad y éxito. La adopción temprana de estas tecnologías no solo permitirá a las empresas ser más competitivas, sino también estar mejor preparadas para enfrentar los retos del futuro del comercio global.