La logística internacional es el motor que impulsa el comercio global, y comprender la importancia de su correcto funcionamiento es esencial para el éxito de todo quien importe o exporte. Por esta razón, hoy nos adentraremos en sus entrañas y exploraremos a fondo cómo su adecuada gestión logra conectar continentes, optimizar cadenas de suministro y superar desafíos geográficos para mantener a flote la economía mundial y empresarial.
¡Así que sigue leyendo! Ahora desglosaremos toda la información sobre esta rama.😉
La logística es una parte fundamental de la cadena de suministro que se encarga de planificar, gestionar y optimizar el flujo de bienes, servicios e información a nivel global, con el objetivo de satisfacer las necesidades de los consumidores.
Desde el almacenamiento de inventarios hasta la coordinación de envíos internacionales, eficienta el movimiento de productos a través de las fronteras y garantiza su entrega puntual a diferentes destinos del mundo. En sí, es una actividad que se caracteriza por:
Y no hay que dejar de lado su transformación. En los últimos años, con los constantes desafíos por los que el mundo ha atravesado, ha evolucionado de un enfoque tradicional a uno cada vez más digital donde la tecnología ya juega un papel fundamental.
De hecho, se prevé que el gasto global en transformación digital en la industria de la logística, que fue de aproximadamente 3 mil MDD en 2020, alcance los 84.6 MDD en 2027.
Si bien la logística cumple una función específica que es la de asegurar que los productos lleguen a su destino final de manera oportuna y en óptimas condiciones, para que esto suceda primero es necesario desempeñar varias operaciones clave. Entre ellas:
Se necesita definir objetivos, seleccionar los mercados internacionales a los que se desea llegar y establecer estrategias para cumplir con las demandas y regulaciones de esos mercados. Esto incluye la elección de rutas de transporte, modos de transporte y la consideración de cuestiones aduaneras y arancelarias.
La correcta preparación de las mercancías para el transporte internacional es esencial. Esto incluye el embalaje adecuado para proteger los productos durante el envío y el etiquetado claro y preciso para cumplir con los requisitos de importación y exportación de cada país.
Una vez que los productos llegan a su destino, es crucial almacenarlos de manera eficiente. Esto implica la elección de instalaciones de almacenamiento adecuadas y la implementación de sistemas de gestión de inventarios para evitar escasez o exceso de stock.
Esta tarea consiste en coordinar el movimiento de mercancías a través de diferentes modos de transporte y asegurarse de que lleguen a tiempo y en buen estado. Esto implica la gestión de rutas, la optimización de la carga y la selección de transportistas confiables.
Es importante que se gestione la documentación, el pago de aranceles e impuestos y que se obtengan los permisos necesarios para el comercio transfronterizo, ya que cumplir con las regulaciones aduaneras, fitosanitarias, de seguridad y de calidad de los países de origen y destino, es obligatorio.
La trazabilidad es fundamental. Por eso es importante que en todo el proceso logístico se mantenga constante comunicación con los clientes, proporcionándoles actualizaciones sobre el estado de sus envíos, soluciones a problemas que puedan surgir y una experiencia grata.
La realidad es que la logística internacional es un campo dinámico y complejo hasta cierto punto. Por eso solo quienes logren dominarlo son los que tendrán mayores oportunidades de posicionarse y ser más competitivos en el mercado global actual.
La logística es una pieza fundamental en el rompecabezas del comercio exterior y ambas están estrechamente entrelazadas, ya que de su adecuada gestión depende el que las empresas puedan expandirse, competir, prosperar y responder adecuadamente a las exigencias de los consumidores actuales.
Para este año, se prevé que el volumen del comercio mundial de mercancías crezca 1.7% y repunte hasta 3.2% en 2024, sin embargo, los desafíos no dejarán de estar presentes. Situaciones como las tensiones geopolíticas, conflictos laborales en recintos portuarios, el endurecimiento de políticas monetarias, la inflación y demás, ponen en riesgo el abastecimiento de productos y esto hace necesario el desarrollo de una logística cada vez más estratégica, fuerte y resiliente.
En el contexto actual donde las empresas buscan expandir sus horizontes, la eficiencia es un factor determinante para el éxito comercial y para dar paso a nuevas oportunidades.
En conclusión, la logística internacional es un pilar que potencia los objetivos de comercialización. Y solo cuando se comprende a la perfección su esencia, es posible gestionar la complejidad de los flujos globales de bienes, superar retos geográficos y adaptarse a un entorno en constante cambio, aspectos indispensables para el éxito.