¿Qué es el nearshoring y por qué es importante en México?
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| Publicado por Nowports
Los recientes acontecimientos que han puesto en riesgo la estabilidad de las cadenas de suministro, tales como la emergencia sanitaria de COVID-19 y el conflicto social entre Rusia y Ucrania, están haciendo cada vez más evidente la necesidad de replantear las estrategias de producción con el nearshoring.
Pero… ¿qué es esto y por qué hoy representa una oportunidad para muchas empresas del mundo? Sigue leyendo, que ahora te explicamos cómo funciona.👇
El significado del nearshoring (traducido al español) es “relocalización”. Y esto en fines prácticos se refiere a cuando las compañías trasladan parte de su producción a una región más cercana a su destino final, que sigue siendo manejada por terceros.
El objetivo de esta práctica es impedir interrupciones en las cadenas de suministro y que sean más resilientes ante los desafíos que se presentan en el sector, pues buscan aprovechar las ventajas de tener proveedores o socios comerciales que estén relativamente cerca a sus consumidores finales para acelerar los tiempos de entrega.
Y este no es el único impacto positivo. El nearshoring se considera actualmente una mejor puerta de entrada a los mercados internacionales gracias a que:
Y, aunque no es una estrategia nueva, últimamente esta relocalización de cadenas de suministro ha sido impulsada a causa de los retos por los que ha atravesado el comercio internacional, como la pandemia, la guerra y las tensiones geopolíticas. Siendo México, el país que más se está beneficiando de ello.
¿Sabías que el principal importador del mundo es Estados Unidos? Esto lo dice todo. México, al ser su vecino y tener una posición geográfica privilegiada, representa una enorme oportunidad para todas aquellas empresas que buscan diversificar su producción y dejar de depender de Asia o Europa para mantener abastecido al mercado americano.
Los confinamientos que se presentaron en China por su política de “Cero Covid”, por ejemplo, demostraron lo vulnerable y riesgoso que puede ser para los fabricantes y retailers concentrar su producción en una sola región, ya que estos períodos de bloqueos trajeron en consecuencia:
De hecho, los resultados de una reciente encuesta realizada por el Banco de México destacaron que los principales factores a los que puede atribuirse la llegada de más empresas extranjeras a México son:
En este sentido, México se presenta como la solución que las compañías necesitan para evitar problemas de distancia, operación, costos y tiempos de entrega, y responder al mercado estadounidense en tiempo y forma.
En adición a esto, la región mexicana también es atractiva por su poderío para hacer negocios y mejorar la productividad, pues cuenta con:
Forma parte del T-MEC (Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá), es parte del G20 (el principal foro de las economías más importantes del mundo), ocupa un lugar dentro de la Alianza del Pacífico (un mecanismo de integración económica y comercial en América Latina) y ha firmado 12 tratados comerciales adicionales con 50 naciones del mundo.
El último informe de Total Workforce Index (TWI), señaló que México es el único país de América Latina dentro de la lista de las 10 economías con mayor disponibilidad de mano de obra, rentabilidad, impacto normativo y productividad. Y que su fuerza laboral destaca por sus costos, marco legal y habilidades bien valoradas en el mercado de trabajo.
De hecho, este “boom” ya es una realidad. A la fecha:
Y esto no es todo, hay estados que por su posición e infraestructura, están siendo más beneficiados que otros. Aquí unos ejemplos de nearshoring en México:
El nearshoring se ha convertido en una estrategia empresarial clave para muchas organizaciones que buscan combinar los beneficios económicos de la externalización con la proximidad geográfica y la colaboración efectiva.
Son cada vez más las empresas que buscan reducir su dependencia de un mercado único y evitar interrupciones por problemas políticos, desastres naturales u otros factores al distribuir sus operaciones.
Sin duda, es una práctica que ofrece mayor eficiencia, control operativo y reducción de riesgos, pero que también, invita a las regiones a evaluar sus capacidades internas para aprovecharla.